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Cuando de herramientas se trata, una que es indispensable, y sin duda, de las más importantes y conocidas es el martillo, este surgió en la edad de piedra, en el año 8000 a.C., en aquella época estaban formados por una piedra atada a un mango con tiras de cuero. Más tarde, los egipcios cambiaron la piedra por una cabeza de cobre y en la era de bronce fue cambiada por este material, hasta que los romanos comenzaron a fabricar el martillo como lo conocemos en nuestra época.

Existen martillos diseñados para un propósito en especial, por esto existen gran variedad de estilos, pero en términos generales, esta herramienta se compone de dos partes esenciales: un mazo de hierro o acero y un mango casi siempre de madera.

El mazo o cabeza del martillo es la parte más llamativa y pesada de la herramienta, tiene diferentes formas que se adaptan para diferentes funciones, pero independientemente del estilo que sea, el mazo tiene dos caras distintas, un lado que es de forma redonda y aplanada de su parte frontal que es con la que se golpean los clavos y el otro lado que dependiendo del tipo de martillo que sea, varia, pero generalmente y con el que la mayoría de nosotros relacionamos al pensar en esta herramienta es el que tiene dos ranuras que permiten sacar clavos del algún lugar, llamado “saca clavos”.

Una de las características más importantes de la cabeza es el temple, pero, que es esto?  Bueno, es un procedimiento que se realiza después de endurecer el metal, lo que se hace es someterlo a una temperatura mucho más baja de la que se utilizó para su endurecimiento y con esto se aumenta mucho más la dureza, esto marca mucho la diferencia ya que cuando un martillo no es templado de forma correcta, corren el riesgo de romperse o abollarse haciendo imposible el trabajo necesario.

El mango está  hecho con madera de nogal (se dice que estos son los más deseados por su alto nivel para amortiguar los golpes) o de fresno, generalmente, debido a que este material es aislante, es decir, que no conduce calor, en el momento que usamos el martillo, se realiza un trabajo, y obviamente liberación de calor, si este fuera de un material de metal se calentaría y seria incomodo realizar nuestro trabajo. Pero también están los mangos hechos con acero sólido, los cuales son poco deseables pues tienen mucha vibración y causan molestias en el brazo, en el caso de mangos de metal se le agrega una empuñadura de plástico o goma para protección.

El peso varía dependiendo del trabajo que se vaya a hacer, pero por lo general, un martillo pesa  entre 368 y 453 gramos, de esta variedad, el de 453 es el más utilizado, el peso es bastante importante pues  de este depende la cantidad de fuerza que se debe de emplear y el tipo de material con el que puede tener contacto.