A lo largo de nuestra existencia hemos adoptado ciertas creencias acerca de la vida. Nos basamos, tal vez en ciertas ideas que adoptamos de acuerdo a lo que observamos, también a lo que nos inculcan en el entorno familiar o incluso a lo que, de acuerdo a lo que estudiamos, decidimos adoptar. Sin duda, el tema es algo complejo, pues nos encontraremos como un sinfín de ideas que será imposible enlistarlas. Y si queremos tratar de comprender lo complejo de la vida, será aún más difícil acerca del final de ella. En nuestra cultura nos vemos relacionados con una innumerable lista de tradiciones que se encuentran relacionadas con la muerte, aquella que es lo opuesto a la vida; como ejemplo, al nacer, se baila, se ríe y se festeja el inicio; sin embargo, si hablamos de muerte, es aquel opuesto negro, la muerte solemne, el respeto, las lágrimas y el fin del ciclo de la vida.  Es precisamente este respeto ante la muerte la que nos ha llevado a adoptar ciertas tradiciones, no solo en nuestro país, sino en cada una de las culturas se tiene una compleja lista de actos para mostrar respeto para aquella persona que ante su partida deja dolor y tristeza. Es precisamente en este tipo de tradiciones donde se encuentra una que aun realizamos; se trata del cortejo fúnebre.

El cortejo fúnebre se trata de una procesión, en la cual una serie de vehículos viajan desde una iglesia o recinto hasta el cementerio donde reposaran los restos del difunto. Esta procesión es encabezada por la caja mortuoria del recién fallecido, seguido de todos familiares y amigos, los cuales, depende la tradición, pueden viajar a pie o en sus vehículos. Estos cortejos fúnebres se saben, tienen derecho de paso, es decir, las personas que se encuentre con ellos, deberán ceder el paso y no obstruirlo, esto como muestra de respeto. También, una manera en que podemos identificar un cortejo fúnebre es que estos se transportan con las luces encendidas, permitiendo a los demás vehículos observar los vehículos que acompañan al ahora difunto. Esta procesión, se trata de recorrer y acompañar al difunto en su último trayecto hasta su descanso, en muchos casos, se respetan ciertas estipulaciones como el hecho de permitir que recorra por última vez aquellos lugares que marcaron su vida antes de ser sepultado. Se trata, más que nada, de una manera de rendir tributo a la vida que llevo, de acompañar a las personas que ha dejado con vida y compartir un poco el dolor que deja la muerte de su ser querido a su familia y amigos.

Ahora que conocemos un poco más acerca de que son los cortejos fúnebres, y aquello que representa, podemos estar seguros que cada vez que veamos una serie de vehículos con luces encendidas, seremos más empáticos con el dolor de las personas que acompañan a su última morada y su lugar de descanso a aquella persona que ha adelantado su camino y dejado su vida terrenal.
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Autor: Angie Gamez