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La terapia, por su definición, se refiere a un conjunto de métodos utilizados para curar una enfermedad o alguna otra situación (RAE, 2016). En este documento se expondrán de forma breve los distintos tipos de terapia que existen haciendo énfasis en las principales siendo éstas la terapia farmacológica, la terapia física, la terapia ocupacional y la terapia psicológica.

La terapia farmacológica se define como el uso de medicamentos para tratar condiciones meramente médicas  aunque su uso también se ha extendido y popularizado como complemento de otros tipos de terapia. Por ejemplo, existe evidencia (Olazarán et al., 2010) de que la combinación de la farmacoterapia con otro tipo de tratamientos basados en la estimulación cognitiva y el entrenamiento de habilidades de la vida diaria son altamente eficaces en el tratamiento de los pacientes que viven con demencia tipo Alzheimer y sus cuidadores elevando sus niveles de calidad de vida y reduciendo los síntomas del padecimiento. A pesar de lo anterior, la terapia farmacológica sólo está prescrita en condiciones médicas muy puntuales en las que no existan mejores alternativas y por lo tanto debe de ser manejada por discreción así como de forma profesional.

Así como la farmacoterapia está destinada al manejo de cambios bioquímicos y fisiológicos en el interior del cuerpo humano, la terapia física se encarga de aquellas situaciones que comprometan el movimiento humano como lo son lesiones, apraxias, hemiplejías, entre otras. Entre las herramientas del terapeuta físico se encuentran agentes físicos como la temperatura o agentes mecánicos como el movimiento y los masajes. Actualmente se utiliza como un tratamiento de primer nivel en los pacientes con artritis reumatoide, desgarros musculares y las secuelas neuropáticas de la diabetes mellitus.

La terapia ocupacional se encarga de los individuos que debido a una condición médica, psicológica o social han comprometido sus actividades de su vida cotidiana como lo son el trabajo, la escuela o el juego. La terapia ocupacional busca que dichos individuos sean capaces de reintegrarse en sus círculos sociales con autonomía y participación plena, es decir, contemplando de forma integral esferas tanto físicas como emocionales del ser humano. Entre los grupos a los que va dirigido dicho mecanismo de intervención pueden en listarse los adultos mayores, las personas con problemas de adicciones, los adolescentes infractores, los pacientes psiquiátricos, entre otros.

Además de las terapias farmacológicas, físicas y ocupacionales existen las terapias psicológicas, que están dirigidas a que el individuo logre resolver situaciones que le generan conflicto derivadas de sus creencias, emociones, pensamientos, cogniciones y relaciones. De todas las corrientes que formulan su enfoque de psicoterapia se sabe que aquellas que cuentan con mayor evidencia son la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal. Estos enfoques, al igual que el resto de la psicoterapia se valen del uso de técnicas enfocadas a la modificación de conductas y pensamientos así como al manejo de las emociones y se encuentran dirigidas a todas las poblaciones.

Se han tocado las esferas físicas, psicológicas y sociales del individuo prestando especial atención a las terapias que son indicadas cuando las funciones de una de estas esferas se ven comprometida. Como se pudo ver a lo largo del texto, las diferentes terapias no se llevan a cabo de forma individual, sino que a través de su interacción y cooperación es como se puede dar una solución más acerada y eficiente a la problemática que acarrea el ser humano. Por lo tanto, más allá de intentar escoger el tipo de terapia correcta para cada paciente convendría escoger la mezcla de terapias correcta para cada paciente a través de un equipo de trabajo interdisciplinario. 

Autor: Daniel López